Introducción
Es sumamente necesario precisar que lo publicado en esta entrada, es una porción de mis primeras expresiones lingüísticas. En el momento de escribir esto que hoy presento, contaba con la edad de dieciocho años. Terminaba la escuela secundaria con un nuevo camino literario recién comenzado, la revolución hormonal y los autores que pude leer en aquel entonces, actuaron eficazmente para la producción de estas palabras. Hoy en día, con algunos lamentos, tal vez. O quizás con poco orgullo y más vergüenza, decido desempolvar el cronotopo bajtiniano expresado en palabras.
Ezequiel. T.
Poesía inequívoca
¡Oh! musa del canto abrupto,
que amenazas, que tientas,
¿dónde te hallas esta noche?
Mis sentimientos subestimas
5
La superstición del "no tiempo",
a tu lado cobra vida,
desfigurando a la parca
del martirio insoslayable
Absorto en tu inocencia,
contemplo mil mareas y
su anaranjado tornasol
de noble y dulce ausencia
Te amo y solo eso me basta.
Espera inmaculada al alba
párpados cerrados, respiro,
enamorado en eterno suspiro.
6
¿Y que tal si vuelvo hoy y no mañana?
El sopor del anochecer es, más que mi elección, mi forma de ver las cosas, la contradicción incoherente, una vez mas, dos, tres, ¿cuántas van? no importa ya, el cinismo me aprieta en lamentos.
7
14 veces me llamaste... y yo no hice más que desatenderte,
mover siquiera un dedo provocaría mi ruptura en un sollozo tenue
invoco nervios, y apago luces, me inquieto ante la niebla.
Así, palpando el recuerdo de un ser olvidado, memorizo tus facciones.
No puedo más que confiar en aquella tarde, en el lugar en que permanecerá,
intacta, inamovible, inalterable, en mi memoria.
8
Inesperado bajar... solo desciendo las escaleras al asfalto,
no patino, me siento seguro en cada paso,
la melomanía cumpliendo el rol anfetamínico,
su rol predilecto contra toda apatía, todo mal pasar
III
Insípido es degustar las mañanas...
el sopor de trasnoche inunda el vértigo,
la sombra de un pasado en querellas,
el impaciente vigor traducido en nada.
Melodías y solo eso, un querer, un cumplir, un decir...
la cotidianidad transformada en un simple deseo de alegría,
el querer derribar los muros que agobian, el querer soñar,
el querer... el anhelar, el sufrir, el sentir, el amar... "
IV
Pensando con desgano en un futuro que me acaricia,
me toca, me amenaza, me golpea, me hace daño,
me hace daño... el tiempo... será un día, tres, cinco...
¿Qué importa? ¿Importa?
No mucho.
¿Molesta? ¿Lastima? ¿Duele? ¿Importa esto?
Abruptamente si, no verte, no abrazarte es,
una bocanada de frío y áspero aire
V
Amanecer silvestre... oyendo la brisa arañar mi piel,
soledad y vacío completos de ansiedad,
reconocer el vértigo monótono refleja quietud.
Puedo formular conjeturas sin juicios externos...
el vuelo indómito del alma
Selección - ezequiel (2006)
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